martes, 28 de mayo de 2013

Don "Victor"

Mascota de los Guardiasmarinas de la Academia Naval de Cuba  en la década  del 50 del siglo XX.

martes, 21 de mayo de 2013

20 de Mayo de 1902-Comentario de los diarios de la época


 DOS ACONTECIMIENTOS DE LA HISTORIA DE CUBA 

El 19 de Mayo 2013 fue un día de recogimiento para los  cubanos y de todas las personas de bien que habitamos este planeta: se conmemoro  el 118 aniversario de la muerte de Martí, en el artículo anterior se hizo una reseña histórica sobre este acontecimiento

El 20 de Mayo de 2013 se conmemoro el 111 Aniversario en el que por disposición del gobernador militar Leonard Wood, se fijó como fecha  para la transmisión de poderes. En ese día se iban a retirar de Cuba las tropas norteamericanas y tomaría posesión del gobierno el presidente electo, Tomás Estrada Palma. La culminación de los deseos del patriotismo cubano, el nacimiento de la República, tuvo así su fecha oficial.

Cuentan los diarios de la época  "Que al  sonar el primer campanazo de la media noche, la muchedumbre apiñada en las calles y paseos principales, cambió de aspecto; al recogimiento por la muerte de Marti , sucedió la algazara, al silencio el estrépito, la calma a la agitación... La aurora encontró la ciudad vestida de gala; los lazos negros que sombreaban al atardecer las banderas habían desaparecido... La alegría era general y era legítima; palpaban los cubanos sus ensueños... Todas las fiestas celebradas hasta entonces habían sido pálidas comparadas con las de esa fecha inolvidable..."
A las ocho de la mañana del día 20 tuvo lugar en la Catedral un Te Deum, dijo el Diario de la Marina, "En celebración de la constitución de la República, y para dar gracias a Dios Nuestro Señor por los beneficios que se ha dignado dispensarle... Asistieron al religioso acto, que resultó muy lucido, el presidente de la República Sr. Tomás Estrada Palma, el Secretario de Estado y Justicia, señor [Carlos de  Zaldo y el general Máximo Gómez... Las naves del hermoso templo, adornadas con lujosas cortinas ostentando los colores nacionales, se vieron invadidas por una multitud de fieles entre los que figuraban numerosas damas, todo lo que prueba que los sentimientos religiosos no han menguado en el corazón de las habitantes de esta ciudad..." Hubo, en la tarde, una recepción en el Palacio a la que asistieron autoridades y dignatarios (senadores y representantes, y, entre otras personalidades,         Máximo Gómez, Carlos Finlay, Fernando Figueredo y Rafael Montoro), agentes diplomáticos de varios países (los Ministros de los Estados Unidos, de Inglaterra y México; los Encargados de Negocios de España, Bélgica y China; los Cónsules de Chile y del Ecuador...) Y siguieron desfiles, en la Plaza de Armas, del ejército, la policía, la guardia rural y los bomberos, mientras en las calles de La Habana y en los parques de las ciudades del interior, se celebraba con similar alegría tan señalada fecha.
El pueblo de la Habana demostró ayer una vez más que sabe aliar la alegría y el entusiasmo a la cordura.
 Al dar las doce de la noche el martes 19 de 1902, en todas las calles se dispararon cohetes y voladores, las campanas repicaron, los tranvías aparecieron engalanados con banderitas y cortinas con los colores de la bandera cubana, y gran número de personas comenzó a recorrer el paseo del Prado, hasta el Malecón, y las principales calles de la ciudad...

También esta fecha nos trae el recuerdo amargo de la enmienda PLAT  y la República TUTELADA POR LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA.

José Martí, escritor y poeta, apóstol de la indepencia de Cuba.


19 DE MAYO 2013 , en el 118 Aniversario de la Muerte del Apóstol de la Independencia de Cuba.

En homenaje al apóstol de la independencia de Cuba, 

recordémoslo y no dejemos pasar por alto esta fecha de 

Luto para el país que lo vio y  nos vio nacer. 

Trasmítanselo a  hijos, familiares y amigos.




José Julián Martí  Pérez, apóstol de la Independencia de Cuba, escritor y mártir. Nacido el 28 de Enero de 1853, de Padres Españoles, su padre Valenciano y su madre de Islas Canarias. Actor intelectual de todo el pensamiento político de las generaciones que le sucedieron. A temprana edad se incorporo a la lucha por la independencia en contra de la opresión que se ejercía sobre la población, sufrió prisión y destierro, cayó en Combate a los 42 años el 19 de Mayo de 1895.Su pluma de escritor y poeta lego a la humanidad una hermosa colección de libros que van desde obras políticas hasta versos y poesías. A su memoria se han construidos  monumentos y plazas por todo el mundo. En Badajoz  en cerro de los reyes hay una. 

 La señora Doña Pilar Serrano Saugar  del ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL de Badajoz  nos ha hacho llegar  la siguiente  nota.
-La plaza denominada de José Martí, se engloba en una serie de vías que llevan nombres de poetas en lengua española (en torno a la zona denominada "400 viviendas") de la barriada Cerro de Reyes. El nombre de José Martí a esa Plaza  en Badajoz ,

fue aprobado por Acuerdo de Comisión Permanente, de fecha 18 de Diciembre, de 1989.

DOS ESTROFAS DE VERSOS SENCILLOS  “Yo soy un hombre sincero”

Yo soy un hombre sincero         
De donde crece la palma,          
Y antes de morirme quiero      
Echar mis versos  del  alma.      

Yo vengo de todas partes,
 Y hacia todas partes voy:
 Artes soy entres las artes,
 En los montes, montes soy.

¿Sabías que en el preámbulo de la Constitución cubana de 1976 se recogió una frase suya?
Pues así es: “Yo quiero que la ley primera de nuestra República 
sea el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.

En homenaje al apóstol de la independencia de Cuba, recordémoslo y no dejemos pasar por alto esta fecha de Luto para el país que lo vio y  nos vio nacer. Trasmítenselo a  hijos, familiares y amigos.

HISTORIA DE CUBA 

Su mérito más relevante fue unir a los cubanos en una unidad dinámica,
históricamente concebida y dialécticamente lograda.
(José Antonio Torres en La dignidad nunca muere) Entierro de José Martí en Santa Ifigenia
 .
Por: Maria Teresa Villaverde Trujillo
 

Así fue la declaración de Máximo Gómez de los suceso del día 19 de mayo: cuando llego al centro, veo a Miguel de la Guardia con el caballo mal herido y me dice: Marti ha quedado mal herido por allí. ¡Como! dije y me lance por el camino real. Cuando llegue a los troncos de los árboles gordos que allí habían, una descarga me hace notar que el enemigo que había muerto a Martí, estaba allí. Ya el cadáver de Martí en poder del enemigo avanzando con fuego nutrido para limpiar su retaguardia, y como nuestra retirada tenia que ser por un camino derecho y estrecho temí que al enfilar los fuegos nos hicieran mucho daño..

Con posterioridad Gómez declaraba: Murió en una hora de dura refriega y a los primeros pasos de esta guerra, como si al despertar de este pueblo, que el mismo sacudiera, quisiera haberle dado ejemplo de resolución y bravura... ¡Mayor grandeza no se puede esperar de un hombre!. 

Inútil había sido todo esfuerzo tratando de rescatar el cadáver de José Martí conducido a marcha forzada por tropas españolas, llegando a El Hatillo donde escondieron el cadáver de Martí.  Llevado después a Remanganaguas, enterrándosele sin formalidad alguna- en una fosa común. El 21 de mayo se ordena exhumar el cadáver y trasladarlo a la capital provincial.  El día 23, levantado el acta correspondiente, el cadáver fue examinado y embalsamado por el Dr. Pablo A. Valencia. Se coloca el cuerpo en un miserable ataúd y custodiado por una columna de algo mas de seiscientos hombres avanzan los españoles con tan preciada carga desde San Luis hasta Palma de Soriano a donde arriban el 25. El féretro es expuesto al publico y mas tarde trasladado al cuartel de las milicias.

Al día siguiente es llevado por tren hasta Santiago de Cuba, arribando al inicio de un doloroso atardecer al cementerio donde, el 27 de Mayo de 1895 seria enterrado en el nicho 134 de la galería Sur del cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba. El Gobernador militar de la plaza dispuso que el entierro se efectuara a las ocho de la mañana en medio de extremas medidas militares, aunque los cubanos Antonio Bravo Correoso y Joaquín Castillo Duany habían solicitado al capitán español Enrique Ubieta que les permitieran identificar el cadáver de Marti, quien hablando con el Comandante de las fuerzas en el Cementerio accedió a que fueran al lugar donde estaba el ataúd, reconociendo ellos que efectivamente era José Martí. En ese momento  Higinio Martínez aprovechó la oportunidad para tomarle una foto al cadáver, publicada días después, en un semanario habanero. 



-Esta foto apareció por primera vez en la Iconografía de Martí de 1925. 

Carlos Ripoll reprodujo la fotografía post-mortem en su artículo La Autopsia de José Martí 

 Ximenez Sandoval haciendo uso de la palabra en el entierro de José Martí.

Ximenes de Sandoval rindió honores al caído en Dos Ríos.  Al frente de su tropa invitó a los presentes a decir algunas palabras de duelo funeral. Al no recibir respuesta, él mismo pronunció una breve oración, en  la que a su vez hacía honor a la España de los Grandes Capitanes: los oficiales Federico de Capdevila y Nicolás Estévanez cuando el triste hecho del fusilamiento de los estudiantes de medicina en 1971, en La Habana..
 
 ...Señores: Ante el cadáver del que fue en vida José Martí, y en la carencia absoluta de quien ante su cadáver pronuncie las frases que la costumbre ha hecho de rúbrica, suplico a ustedes no vean en el que a nuestra vista está, al enemigo, y sí al cadáver del hombre que las luchas de la política colocaron ante los soldados españoles. Desde el momento que los espíritus abandonan las materias, el Todopoderoso, apoderándose de aquéllos, los acoge con generoso perdón allá en su seno; y nosotros al hacernos cargo de la materia abandonada cesa todo rencor como enemigo dando a su cadáver la cristiana sepultura que los muertos se merecen.  Cuando pelean hombres de hidalga condición, como nosotros, desaparecen odios y rencores. Nadie que se sienta inspirado de nobles sentimientos deben ver en estos yertos despojos, un enemigo, sino un cadáver. Los militares españoles luchan hasta morir, pero también tienen consideración para con el vencido, y honores para los muertos. He dicho.



NOTA del presidente de ASCUEX ; Divulgar la Historia de Cuba , es amar a la Patria. 






Mucho he sufrido, pero tengo la convicción de que he sabido sufrir".(José Marti al maestro Mendive)

Juan Ramón Jiménez admiraba a José Julián Martí
 Por: Maria Teresa Villaverde Trujilloashiningworld@cox.net 

Sabemos que José Martí retuvo hermosos recuerdos de su juvenil estancia en Aragón. Durante su primera estancia en España el joven deportado dedicó su tiempo además de lector y poeta, a escribir artículos sobre la situación política en Cuba, publicados en los periódicos españoles: La Soberanía Nacional de Cádiz, La Cuestión Cubana de Sevilla, y El Jurado Federal de Madrid. De esa época tenemos El Preso Político en Cuba donde -con apenas 19 años- demostraba ser un magnifico escritor. En esa obra Martí narraba su propia experiencia “con dolor infinito”.  Escribía el Apóstol: 
“Nunca como entonces supe cuanto el alma es libre en las horas de esclavitud.
Nunca entonces supe que gozaba en sufrir. Sufrir es más que gozar, es verdaderamente vivir"
El segundo escrito durante este primer destierro de José Marti en España es La República española ante la revolución cubana, donde el joven se apresuró a recordar la existencia de la Republica de Cuba proclamada en Guáimaro el 4 de noviembre de 1868.

Pero tomemos unos minutos para leer la crónica 
JOSE MARTI 1895 de Juan Ramón Jiménez, el Premio Nóbel 1952 que con cierta vinculación a la región del Ebro admiró al Apóstol cubano, e igual que él, aunque por distintos motivos, conoció las amarguras del destierro. 

“...Hasta Cuba, no me había dado cuenta exacta de José Martí. El campo, el fondo. Hombre sin fondo suyo o nuestro, pero con él, no es hombre real. Yo quiero siempre los fondos de hombre o cosa. El fondo me trae la cosa o el hombre en su ser y estar verdaderos. Si no tengo el fondo, hago el hombre transparente, la cosa transparente.

Y por esta Cuba verde, azul y gris, de sol, agua o ciclón, palmera en soledad abierta o en apretado oasis arena clara, pobres pinillos, llano, viento, manigua, valle, colina, brisa, bahía o monte, tan llenos todos del Martí sucesivo, he encontrado al Martí de los libros suyos y de los libros sobre él. Miguel de Unamuno y Rubén Darío habían hecho mucho por Martí porque España conociera mejor a Martí (su Martí, ya que el Martí contrario a una mala España inconciente era el hermano de los españoles contrarios a esa España contraria a Martí). Darío le debía mucho, Unamuno bastante; y España y la América española le debieron en gran parte, la entrada poética de los Estados Unidos.

Martí, con sus viajes de destierro (Nueva York era a los desterrados cubanos lo que París a los españoles), incorporó los Estados Unidos a Hispanoamérica y España, mejor que ningún otro escritor de lengua española, en lo más vivo y más cierto. Whitman, más americano que Poe, creo yo que vino a nosotros, los españoles todos, por Martí. El ensayo de Martí sobre Whitman, que inspiró, estoy seguro, el soneto de Darío al "Buen viejo" en Azul, fue la noticia primera que yo tuve del dinámico y delicado poeta de Arroyuelos de Otoño. (Si Darío había pasado ya por Nueva York, Martí había estado.) Además de su vivir en sí propio, en sí solo y mirando a su Cuba, Martí vive (prosa y verso) en Darío, que reconoció con nobleza, desde el primer instante, el legado. Lo que le dio me asombra hoy que he leído a los dos enteramente. ¡Y qué bien dado y recibido!

Desde que, casi niño, leí unos versos de Martí, no sé yo dónde: 

sueño con claustros de mármol / donde, en silencio divino / los héroes, de pie, reposan:/ ¡De noche, a la luz del alma, / hablo con ellos: de noche! 
pensé en él. No me dejaba. Lo veía entonces como alguien raro y distinto, no ya de nosotros los españoles sino de los cubanos, los hispanoamericanos en general. Lo veía más derecho, más acerado, más directo, más fino, más secreto, mas nacional y más universal. Ente muy otro que su contemporáneo Julián del Casal (tan cubano, por otra parte, de aquel momento desorientado, lo mal entendido del modernismo, la pega) cuya obra artificiosa nos trajo también a España Darío, luego Salvador Rueda, y Francisco Villaespesa después.  Casal nunca fue de mi gusto. Si Darío era muy francés, de lo decadente, como Casal, el profundo acento indio, español, elemental, de su mejor poesía, tan rica y gallarda, me fascinaba...”“...Yo he sentido y espresado, quizás, un preciosismo interior, visión acaso esquisita y tal vez difícil de un proceso psicológico, "paisaje del corazón", o metafísico "paisaje del cerebro"; pero nunca me conquistaron las princesas exóticas, los griegos y romanos de medallón, las japonerías "caprichosas" ni los hidalgos "edad de oro". El modernismo, para mí, era novedad diferente, era libertad interior. No, Martí fue otra cosa, y Martí estaba, por esa "otra cosa", muy cerca de mí. Y, cómo dudarlo, Martí era tan moderno como los otros modernistas hispanoamericanos.

Poco había leído yo entonces de Martí; lo suficiente, sin embargo, para entenderlo en espíritu y letra. Sus libros, como la mayoría de los libros hispanoamericanos no impresos en París, era raro encontrarlos por España. Su prosa, tan española, demasiado española acaso, con esceso de jiro clasicistas, casi no la conocía. Es decir, la conocía y la gustaba sin saberlo porque estaba en la "crónica" de Darío. El Castelar de Darío por ejemplo, podía haberlo escrito Martí. Solo que Martí no sintió nunca la atracción que Darío por lo español vistoso, que lo sobrecojía fuera lo que fuera, sin considerarlo él mucho, como a un niño provinciano absorto. Darío se quedaba en muchos casos fuera del "personaje", rey, obispo, jeneral o académico, deslumbrado por el rito. Martí no se entusiasmó nunca con el aparato esterno ni siquiera de la mujer, tanto para Martí (y para Darío, aunque de modo bien distinto). El único arcaísmo de Martí estaba en la palabra, pero con tal de que significara una idea o un sentimiento justos. (Este paralelo entre Martí y Darío no lo hubiera yo sentido sin venir a Cuba). Y no pretendo, cuidado, disminuir en lo más mínimo, con esta justicia a Martí, el Darío grande, que por otros lados, y aun a veces por los mismos, tanto admiro y quiero, y que admiro, quiso y confesó tanto (soy testigo de su palabra hablada), a su Martí. La diferencia, además de residir en lo esencial de las dos existencias, estaba en lo más hondo de las dos experiencias, ya que Martí levaba dentro una herida española que Darío no había recibido de tan cerca.


Este José Martí, este "Capitán Araña", que tendió su hilo de amor y odio nobles entre rosas, palabras y besos blancos, para esperar al destino, cayó en su paisaje, que ya he visto, por la pasión, la envidia, la indiferencia quizás, la fatalidad sin duda, como un caballero andante enamorado, de todos los tiempos y países, pasados, presentes y futuros. Quijote cubano, comprendía lo espiritual eterno, y lo ideal español. Hay que escribir, cubanos, el Cantar o el Romancero, de José Martí, héroe más que ninguno de la vida y la muerte, ya que defendía "exquisitamente", con su vida superior de poeta que se inmolaba, su tierra, su mujer, y su pueblo. La bala que lo mató era para él, quién lo duda, y "por eso". Venía como todas las balas injustas, de muchas partes feas y de muchos siglos bajos, y poco español y poco cubano no tuvieron en ella, aun sin quererlo, un átomo inconciente de plomo. Yo, por fortuna mía, no siento que estuviera nunca en mí ese átomo que, no correspondiéndome, entró en él. Sentí siempre por él y por lo que él sentía lo que se siente en la luz, bajo el árbol, junto al agua y con la flor considerados, comprendidos. Yo soy de los estáticos que cree en la gracia perpetua del bien. Porque el bien (y esto lo dijo de otro modo Bruno Walter, el músico poeta, puro y sereno, desterrado libre, hermano de Martí y, perdón por mi egoísmo, mío) lo destrozan "en apariencia" los otros; pero no se destroza "seguramente", como el mal, a sí mismo...”

NOTA:
Muy conocida la muy peculiar expresión lingüística de Juan Ramón Jiménez y su guerra continua a la “X”  y su increíble devoción por la “J “.   Ejemplos: "escelente", "esquisita"  "esceso", y otras que aparecen así escritas en este trabajo y que no merma en nada su merito esencial.

viernes, 17 de mayo de 2013

LOS MARINOS CUBANOS EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


LOS MARINOS CUBANOS EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Gustavo Placer Cervera
Capitán de Fragata (R) de la MGR de Cuba
Doctor en Ciencias Históricas.
Miembro de Número de la Academia de la Historia de Cuba

Conocida, aunque muy poco divulgada es la historia de las acciones combativas que tuvieron lugar en las aguas cercanas a Cuba durante la Segunda Guerra Mundial.
La República de Cuba, al igual que otros países latinoamericanos, declaró la guerra a las denominadas potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón) a comienzos de Diciembre de 1941, después del sorpresivo ataque japonés a la base norteamericana de Pearl Harbor, en Hawai, el día 7 de ese mes, y la consiguiente entrada de los Estados Unidos en la contienda1.
Poco tiempo después y a lo largo de los años que duró el conflicto las aguas adyacentes al Archipiélago Cubano, al igual que toda región del Caribe, se convirtieron en escenario de acciones navales y los marinos cubanos, tanto de guerra como mercantes, tendrían una participación modesta pero significativa en la contienda bélica mundial
La Guerra llega al Caribe
Transcurridos los dos primeros meses posteriores a la entrada de los Estados Unidos y la mayor parte de los países de la región en la guerra, el Caribe disfrutaba de paz. La contienda bélica parecía algo lejano. En enero de 1942 la refinería de Aruba, la mayor del mundo en esa época, trabajó a plena capacidad y produjo 7 100 000 barriles de gas-oil, gasolina de aviación, gasolina normal, queroseno y lubricantes. Esta producción era vital, en especial para los países beligerantes.
La guerra llegó  al Caribe como un trueno en cielo claro. En la madrugada del 16 de febrero, casi simultáneamente, varios submarinos alemanes hicieron su aparición frente a Curazao, Aruba y a la entrada del Lago de Maracaibo. Antes de que amaneciera, la refinería de Aruba había recibido el impacto de varios proyectiles disparados por un submarino y fue casi milagroso que no se produjera allí una catástrofe de incalculables consecuencias, 7 buques petroleros habían sido torpedeados.
Los efectos psicológicos de los ataques llevados a cabo por los submarinos aquella noche fueron inclusive mayores que los daños materiales. Aterrorizadas, las tripulaciones de los petroleros se negaron a hacerse a la mar sin la escolta de buques de guerra. Durante 7 días no entró ni salió un buque de Aruba ni de Curazao. La producción de petróleo de Venezuela se paralizó al estar completamente abarrotados los tanques de almacenamiento situados en la región del Lago de Maracaibo. Las refinerías estaban cerradas por falta de petróleo crudo.
Las autoridades holandesas de Aruba y Curazao, desesperadas, encarcelaron a las tripulaciones, pero esto no hizo navegar a los buques. El 21 de febrero algunas tripulaciones fueron convencidas para que regresaran a sus puestos pero ese día fue torpedeado un petrolero noruego a pocas millas de Curazao, y de nuevo las tripulaciones se negaron a salir sin escolta.
Pero no fue sólo contra las rutas petroleras que se lanzaron los alemanes. Casi toda la producción de bauxita del Hemisferio Occidental se concentraba en las Guayanas británica y holandesa. Dos días después del ataque a Aruba, en la madrugada del 18 de febrero, un submarino entró, navegando en superficie, en el Golfo de Paria y torpedeó, frente a Puerto España a dos buques mercantes. Tres semanas más tarde, el 9 de marzo, otro submarino hundió dos buques frente a Santa Lucía. Entre febrero y marzo los submarinos alemanes hundieron en el Caribe 23 petroleros.
En abril, los hundimientos disminuyeron a 11 pues los submarinos regresaban a Europa a reabastecerse y para esa época la flota submarina germana no contaba con suficientes unidades como para mantener continuadamente las operaciones.
En mayo los alemanes regresaron intensificándose los ataques: 38 buques fueron hundidos ese mes y en junio los hundimientos alcanzaron la cifra más alta en la región del Caribe: 48 buques fueron al fondo de la mar. En ese mes dos submarinos alemanes fueron avistados en los accesos al Canal de Panamá y durante dos semanas consecutivas estuvieron hundiendo un buque diariamente.
En julio el número de buques hundidos descendió a 17 pues los submarinos regresaban a sus bases europeas para reabastecerse. Fue en ese mes que los alemanes perdieron su primer submarino. También en ese mes los alemanes instalaron minas en la bahía de Castries en Santa Lucía.
Ante la amenaza submarina la Marina norteamericana respondió organizando, a partir del mes de julio, el sistema de convoyes. Pero la escasez de buques de escolta hizo que el número de hundimientos fuera tan grande en esos meses que la principal tarea fue el rescate de náufragos. Hubo un momento en que había en Barbados tantos marinos sobrevivientes, que se agotaron los recursos del lugar para prestarles auxilio.
Como resultado del gran número de buques hundidos en aguas cercanas a Trinidad, la Marina estadounidense decidió escoltar a los mercantes hasta 200 millas de esa isla, pero los submarinos respondieron concentrándose cerca del punto donde se dispersaban para navegar hacia sus destinos y en cuanto la escolta se alejaba, comenzaban a atacarlos. En agosto fueron hundidos 46 buques. A partir de ese mes, submarinos alemanes de un nuevo tipo, que desplazaba 700 toneladas y tenía mayor autonomía y carga de torpedos, se unieron a los de 500 toneladas que venían operando en el Caribe. El 27 de agosto fue hundido el segundo submarino alemán en la región.
Los cazasubmarinos de 110 pies de eslora2, que empleaba en ese momento la Marina estadounidense eran buques con muchas limitaciones. No fue posible instalar en ellos los nuevos lanzadores múltiples de bombas de profundidad denominados “hedgehog” (erizo), pues su estructura no soportaba la descarga de los 24 proyectiles; era imposible cocinar con marejada y hasta el agua de beber tenía que ser racionada. No fue hasta septiembre que entraron en servicio los denominadosPC3.
El sistema de convoyes fue reorganizado dentro de un sistema llamado interlocking. En el Caribe, la gran ruta de los convoyes era ahora Trinidad-Aruba-Guantánamo. A partir de este último puerto, los convoyes, moviéndose con precisión, cubrían la ruta Guantánamo- Nueva York.
En septiembre, el número de hundimientos descendió a 25 y en octubre a 15, pero en noviembre volvió a aumentar a 25. Otros dos submarinos fueron hundidos. En noviembre la mayoría de los submarinos fueron llamados de regreso a Europa debido al desembarco aliado en el norte de África. En diciembre no se produjo ningún hundimiento en el Caribe.
El período de febrero a diciembre de 1942 fue el más intenso de la Batalla del Caribe. En poco más de nueve meses los submarinos alemanes hundieron 263 buques mercantes con un total de 1 362 278  toneladas de registro bruto. Esta cifra es superior a la suma de los hundimientos ocurridos en mismo período en las rutas del Atlántico Norte, la costa Este de los Estados Unidos y zonas costeras de Canadá. Mientras tanto, los alemanes perdieron sólo 4 submarinos. En el mencionado lapso fueron hundidos, en aguas cercanas a Cuba, el buque mercante hondureño “Nicolás Cúneo4, el pesquero cubano “Lalita5 y los buques mercantes cubanos “Manzanillo” y “Santiago de Cuba”. Estos dos últimos hundimientos mencionados tuvieron lugar el mismo día, el 12 de agosto de 1942, frente a Key West, Florida, y en ellos perdieron la vida 31 marinos cubanos. El mar no devolvió los cuerpos de la mayoría de ellos. Sólo 8 cadáveres pudieron ser velados en el Capitolio Nacional y enterrados en el Cementerio de Colón en lo que constituyó una sentida manifestación de duelo que fue encabezada por el movimiento obrero y su confederación, la CTC.6
Fue en ese contexto, que la Marina de Guerra de Cuba tomó parte en la Batalla del Caribe.

La Marina de Guerra de Cuba
En el momento de entrar Cuba en la guerra, su Marina de Guerra contaba con unas pocas unidades de superficie, todas anticuadas e ineficaces para la guerra moderna.
A fines de Diciembre de 1941 y comienzos de 1942, entre el gobierno de los Estados Unidos y los de varios países latinoamericanos y del Caribe, incluyendo Cuba, se firmaron convenios para fortalecer el potencial bélico de estos últimos los cuales debían seguir aportando las materias primas tan necesarias a la maquinaria militar de los Estados Unidos.
Debido a la estratégica posición de Cuba, históricamente reconocida como llave del Golfo de México y centro de las rutas marítimas que cruzan el Mar Caribe, fue de gran interés para los estadounidenses que la Marina de Guerra cubana estuviera en capacidad de participar en la Batalla del Caribe cumpliendo misiones de escolta de convoyes de buques de transporte y patrullaje de las aguas adyacentes al Archipiélago Cubano.
A esos efectos el vetusto crucero Cuba, que era el mayor buque de guerra cubano y el buque-escuela  Patria fueron enviados a los astilleros navales de Galveston, Texas, donde fueron totalmente transformados y modernizados, para que se les pudiera emplear con eficiencia. Estos trabajos duraron casi un año.
También los cañoneros BaireYaraJuan Bruno ZayasPinar del Río4 de SeptiembreMatanzasSanta ClaraCamagüeyOriente y Donativo así como los buques auxiliares BA-1BA-2BA-3BA-4BA-5BA-6 y BA-7 fueron modernizados en astilleros cubanos y norteamericanos.
Como parte de los convenios antes citados, los Estados Unidos establecieron, durante la guerra, una base aérea en San Antonio de los Baños, unos 20 km. al sur de La Habana y otra en San Julián, cerca del extremo occidental de Cuba. Además, construyeron un campo de aterrizaje en Camagüey, un apostadero para dirigibles en Caibarién y otro en la Isla de Pinos. El objetivo principal de todas estas instalaciones era la lucha antisubmarina.
Otra de la medidas tomadas fue la de artillar a los buques mercantes de las naciones aliadas, entre ellas Cuba. En muchos casos las piezas de artillería instaladas en los mercantes eran operadas por personal norteamericano.
Al mismo tiempo, mediante la Ley de Préstamos y Arriendos promulgada por la administración norteamericana, se transfirieron, a la Marina de Guerra Cubana, en calidad de arriendo, 12 cazasubmarinos7 con los que se constituyó una flotilla estructurada en 4 escuadrillas de 3 unidades cada una. Las tripulaciones de estos buques fueron preparadas en cursos rápidos de 3 meses de duración en varias bases y centros de entrenamiento de los Estados Unidos.
La flotilla de cazasubmarinos comenzó a operar en abril de 1943. Se le asignó la misión de escoltar a los buques mercantes que se movían entre los puertos cubanos y una de las escuadrillas daba escolta, diariamente, al ferry Seatrain que realizaba viajes entre La Habana y puertos de la Florida. Su eficiencia se hizo notable con rapidez. Refiriéndose a la actuación de dicha florilla en su primer trimestre de operaciones el senador norteamericano Kenneth McKellar expresó ante el Congreso de ese país:
“La Flotilla de Cazasubmarinos de la Marina de Guerra de Cuba durante este período (abril, mayo y junio de 1943) ha tenido una pérdida de sólo el 0,027 % del tonelaje convoyado durante los ataques enemigos y uno de sus cazasubmarinos ha tenido un éxito notable. La operación de estas unidades de la Marina de Guerra de Cuba ha evitado que la Marina de Guerra de los Estados Unidos haya tenido que emplear para esos mismos fines una parte considerable de su personal naval”.

El éxito notable a que se refiere el párrafo anterior y que fue el mayor alcanzado por la pequeña Marina cubana fue el hundimiento de un submarino alemán en aguas del Canal Viejo de Bahamas, a corta distancia de la costa norte de Cuba.
El hundimiento del submarino U-176
El 15 de mayo de 1943, una escuadrilla de cazasubmarinos cubanos, integrada por el CS-11, el CS-12 y el CS-13 navegaba de Isabela de Sagua hacia La Habana escoltando a los mercantes Wanks, hondureño, y Camagüey, cubano, ambos cargados de azúcar.
Las tripulaciones de todos los buques, tanto mercantes como de guerra, se encontraban en máxima alerta. Poco antes de su salida se había recibido una comunicación que informaba  que se había avistado un submarino en superficie, al norte de Matanzas.
Los buques mercantes navegaban en línea de frente, separados unas 500 yardas, ocupando el Camagüey el flanco más cercano a la costa. La escolta navegaba a una distancia de unas 750-1000 yardas. Al frente iba el CS-12 seguido por el CS-11 que llevaba a bordo al jefe de la escuadrilla y finalmente, el CS-13 ocupaba la retaguardia del convoy.
A las cinco y quince minutos de la tarde, cuando el convoy cruzaba, navegando a una velocidad de 8 nudos, frente a Cayo Mégano, apareció en el cielo un hidroavión monomotor norteamericano, del tipo OS2U “Kingfisher” procedente del noroeste. El avión realizó una picada y volando a baja altura describió dos círculos mientras coleteaba y apagaba y aceleraba el motor. Con estas maniobras, de acuerdo con un código establecido, estaba señalando la presencia de un submarino. Para fijar con precisión el lugar el avión dejó caer una bomba de humo.
El jefe de la escuadrilla de cazasubmarinos ordenó entonces al comandante del CS-13, Alférez de Fragata Mario Ramírez Delgado, efectuar la exploración de la zona señalada por el avión.
Hace años, Mario Ramírez relató al autor de estas líneas sus acciones en aquellos momentos:
“Una vez recibida la orden, el CS-13 puso proa al sitio indicado y aumentó su velocidad. Transcurridos unos minutos, los medios de detección hidroacústicos del cazasubmarinos tuvieron un contacto claro y preciso, a unas 900 yardas. Era el submarino que maniobraba, tratando de escapar. El marinero sonarista, Norberto Collado Abreu, virtualmente fundido a su equipo, no perdía el contacto8. Se dio comienzo al ataque.
A la distancia apropiada, fueron lanzadas, por la popa del buque cubano, tres bombas de profundidad, graduadas para que explotaran a 100, 150 y 250 pies, de acuerdo con la velocidad de inmersión calculada del submarino. Se detectaron nítidamente cuatro explosiones. La cuarta, -debida probablemente al estallido, por simpatía de una o más cabezas de combate de los torpedos del submarino-, fue tan fuerte que el cazasubmarinos cubano sumergió en el mar toda su popa y entró agua por la escotilla del cuarto de máquinas.
En ese momento, los hidrófonos reportaron un sonido semejante al borboteo que hace un líquido al penetrar en un recipiente sumergido en él que es abierto de pronto. Instantes después, se escuchó un silbido cuya intensidad fue disminuyendo lentamente. Estos eran indicios de que el submarino había sido alcanzado. Para rematarlo, el cazasubmarinos arrojó otras dos bombas de profundidad, graduadas a 250 pies, en la zona atacada y continuó la exploración.
Transcurridos unos minutos, se observó una mancha oscura en la superficie del agua. Desde las profundidades ascendía un chorro de una sustancia negra y viscosa que olía a petróleo. Según Ramírez, ordenó que se recogiera una muestra de la sustancia como prueba del hundimiento del submarino. Se esperó un rato más y se continuó la exploración del área con los equipos hidroacústicos. Al no detectarse nada, el cazasubmarinos partió a unirse al convoy que, mientras tanto, había continuado su travesía. Al llegar a La Habana y después de informar personalmente de los hechos al Jefe de la Marina de Guerra, el comandante del CS- 13 habló por teléfono con el presidente de la República, Fulgencio Batista, quien le ordenó guardar silencio sobre lo ocurrido. Por alguna razón, no esclarecida, el hundimiento del U-176 permaneció en secreto, para la opinión pública cubana, hasta después del fin de la guerra.”9
Hasta aquí, el relato que nos hiciera Mario Ramírez Delgado.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial y ser ocupados los archivos de la Marina alemana, se pudo conocer que el submarino que estaba operando en esa región y cuyo contacto se había perdido por esos días era el U-17610, mandado por kapitänleutenant Reiner Dierksen. Este submarino tenía en su haber el hundimiento de 11 buques para un total de 53 307 toneladas. Entre dichos hundimientos, se le atribuyen los del mercante cubano “Mambí”, que costó la vida a 19 de sus tripulantes, todos cubanos11, y del mercante “Nickeliner”, de bandera estadounidense acaecidos ambos frente a Nuevitas el día 13 de mayo de 1943, es decir, dos días antes de los hechos anteriormente narrados.
En 1946, Mario Ramírez Delgado, ya ascendido a Alférez de Navío, fue condecorado con la medalla del Mérito Naval con distintivo rojo. Su éxito fue además reconocido por el contralmirante Samuel E. Morison, historiador oficial de la Marina de los Estados Unidos, en su obra History of U.S. Naval Operations in World War II en la que elogió también la destreza y eficiencia de los marinos cubanos:
“.... El cazasubmarinos CS-13 al mando del Alférez de Fragata Mario Ramírez Delgado viró hacia el humo, hizo un buen contacto por sonido ylanzó dos ataques perfectos con bombas de profundidad que aniquilaron al U-176. Al ser el único ataque exitoso contra un submarino realizado por una unidad de superficie menor que un PCE de 180 pies, este hundimiento es considerado, con propiedad, como un gran orgullo por la pequeña, pero eficiente Marina de Cuba”12.

La batalla continuó
El año 1943 fue período culminante de la Batalla del Atlántico y por ende, del Caribe. Durante ese año, el aumento y perfeccionamiento de las fuerzas y medios de lucha antisubmarina hicieron que disminuyeran los hundimientos de buques de transporte y aumentaran las pérdidas de submarinos.
En la primavera de ese año, la flota submarina alemana realizó un vigoroso esfuerzo llegando a tener cerca de 400 unidades operando en el Atlántico. En las tres primeras semanas de marzo, las pérdidas de buques mercantes alcanzaron las 750 000 toneladas pero después comenzaron a disminuir rápidamente. La ofensiva submarina comenzó a perder fuerzas mientras que las antisubmarinas crecían en proporciones gigantescas. Sólo en mayo de 1943 fueron hundidos 42 submarinos alemanes y en todo el año las pérdidas en el Atlántico alcanzaron 237 y lo que fue aún peor para ellos, perdieron las mejores tripulaciones y mandos.
No obstante lo anterior, los submarinos seguían constituyendo un peligro en aguas cubanas. El 4 de octubre de octubre de 1943 fue hundido el mercante cubano “Libertad” que desplazaba 5 441 toneladas, perdiendo la vida 25 tripulantes cubanos13.
En febrero de 1944, cuando el curso de la Batalla del Caribe estaba definido y las fuerzas antisubmarinas eran abrumadoramente superiores en la región, los submarinos alemanes lograron aún, anotarse algunos hundimientos, entre ellos, el día 24, los de dos mercantes cubanos, el “24 de Febrero” y el “Mínima”, con pérdida de la vida de un tripulante cubano en cada caso14.
Un balance final
Durante toda la guerra las unidades navales de superficie cubanas prestaron servicios de escolta a buques mercantes en las aguas adyacentes al Archipiélago Cubano y en las rutas entre La Habana y puertos de la Florida. El total de buques escoltados fue de 414 que sumaron 2 268 680 toneladas y las pérdidas fueron del 0,19 % del tonelaje.
Los buques de la Marina de Guerra cubana navegaron en diferentes servicios 399 755 millas, de las cuales 134 206 fueron cumpliendo misiones de escolta a convoyes, 66 778 en patrullas y 12 032 en misiones de auxilio. Rescataron 221 náufragos.
El crucero Cuba, el mayor de los buques cubanos, navegó durante la guerra 27 974 millas y escoltó 89 mercantes aliados que desplazaban, en su conjunto, 712 000 toneladas. El buque–escuela Patria, navegó 21 178 millas y escoltó 70 buques mercantes que desplazaban 450 000 toneladas.
Por su parte, la Aviación Naval cubana escoltó durante la Segunda Guerra Mundial a 114 buques, con un total de 500 000 toneladas, recorriendo 83 000 millas en servicios de convoy y patrulla no habiendo perdido ni un solo buque escoltado por acción del enemigo.
El Contralmirante Morison, ya mencionado, expresó al respecto:
“Cuba fue, con la excepción de Canadá, nuestro más útil aliado en Norteamérica; su flota de pequeños cañoneros tuvo a su cargo su tráfico costero y colaboró en la escolta de los ferries de la  ruta Florida- La Habana....”15

Las condiciones favorables creadas por la acción de las fuerzas navales cubanas hizo posible que, sólo en el año 1944, se registraran en 39 puertos cubanos 5 655 entradas de buques, de los cuales 2 670 eran de buques cubanos y 5 602 salidas de buques de los cuales 2 117 fueron de buques cubanos.
Durante el curso de la guerra, la minúscula marina mercante cubana de aquel entonces perdió  seis buques, que sumaban 10 296 toneladas lo que representaba el 17, 44% de su tonelaje total y 79 marinos mercantes cubanos perdieron su vida en los hundimientos causados por submarinos alemanes. Un monumento situado en la Avenida del Puerto, en La Habana, perpetúa su recuerdo.
El senador McKellar había dicho en su discurso, ya mencionado:

“Los marinos cubanos se han comportado como hombres de acero sobre barcos de madera”


Fuentes

Entrevista con el Teniente de Navío (Ret.) y Capitán MM Mario Ramírez Delgado, comandante del CS-13 durante la Segunda Guerra Mundial. (1983).
Entrevista con el Teniente de Navío (Ret.) Rafael Suárez Moré, oficial de derrota del crucero Cuba, durante la Segunda Guerra Mundial.(2005).
Jane´s Fighting Ships, ediciones de 1944-1945 y de 1946-47.
BUSCH, Harold: U-Boats at War. New York, Ballantine Books, 1956.
CAMPOAMOR, Fernando G.: “La primera cuota cubana por el mar libre” en la revista Proa, La Habana, Nº 1, Marzo de 1943, pp. 70-73.
FUENTES, Norberto: Hemingway en Cuba, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1984.
GARCÍA DEL PINO, César: “La Marina cubana en la II Guerra Mundial y el U-176” en la revista Universidad de La Habana, La Habana, Nº 225, Septiembre-Diciembre de 1985, pp. 103-110.
GONZÁLEZ PARDO, Cándido E. y MIYAR REINERS, Rafael: “El  hundimiento del U-176” en Revista de Información Técnico-Científica Naval (ITCN), La Habana, Nº 38, 1982, pp. 79-94.
GONZÁLEZ PARDO, Cándido E.: “Desarrollo del Arte Naval Militar en la República de Cuba” en Revista de Información Técnico Científico Naval (ITCN), La Habana, Nº 34, 1981, pp. 18-29.
INTERNET: Sitio web: uboat.net
MIYAR REINERS, Rafael: “El submarino desde 1918 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial” en Revista de Información Técnico Científico Naval (ITCN), La Habana, Nº 19, 1973, pp. 60-128.
MORISON, Samuel E.: History of U.S. Naval Operations in World War II, Boston,   Little Brown and Company, 1945.
__________: The Two-Ocean War, Boston, Little Brown and Company, 1963.
PÉREZ GUZMÁN, Francisco: “Cómo fue hundido un submarino nazi en las costas cubanas” en Verde Olivo, La Habana, mayo 13 de 1979, p. 38 y ss.
PORTEL VILÁ, Herminio: “Las bases militares norteamericanas en Cuba” en Bohemia, La Habana,  Año 37, Nº 35, Septiembre 2, 1945, pp. 19 y ss.
___________: “El papel de Cuba en la Defensa Continental” en Bohemia, La Habana, Año 37, Nº 37, Septiembre 16, 1945, p. 21 y ss.
QUINTANA, Jorge: “Nuestra Marina en acción (I): Un submarino nazi fuera de combate” en Bohemia, La Habana, Año 37, Nº 50, diciembre 16 de 1945, p. 39 y ss.
__________: “Nuestra Marina en acción (II)” en Bohemia, La Habana, Año 37, Nº 51, diciembre 23 de 1945, p. 25 y ss.

1 Resulta interesante leer la proclama dirigida, el 8 de Diciembre de 1941, al pueblo de Cuba por el entonces presidente Fulgencio Batista, anunciando la entrada del país en la guerra. El argumento principal es que habían sido atacados los Estados Unidos “nación líder de nuestro Hemisferio, representación alta y genuina de los principios democráticos del mundo, que está vinculada a nuestra historia por lazos de ideal y de sangre, de intereses y aspiraciones”. La declaración oficial de guerra contra Japón fue publicada el 9 de Diciembre y contra el Reich alemán y el Reino de Italia el 11 de ese mes.
2 Eran buques de construidos de madera, de 110 pies de eslora, 17 de manga y 6,5 de calado, que desplazaban 95 toneladas. Estaban dotados de un cañón de 40 mm. AA y dos de 20 mm. AA, poseían medios hidroacústicos de detección (sonar) y una carrilera para el lanzamiento de bombas de profundidad. Sus dos motores diesel sumaban 800 HP y le permitían alcanzar hasta 15 nudos. Su tripulación era de 28 hombres.
3 Siglas de su denominación en inglés, Patrol Craft  (Buque de Patrulla)  Eran buques construidos de acero, 173 pies de eslora,  23 de manga y 7,5 de calado, con un desplazamiento de 280 toneladas (450 a plena carga) . Dotados de equipos hidroacústicos  de detección (Sonar), 1 cañón de 3,5” (76 mm) de doble propósito, una pieza de 40 mm. AA, de 2 a 5 de 20 mm. AA,  y dos carrileras para lanzar bombas situadas a popa. Sus dos motores que sumaban una potencia de 2500 –2800 HP le permitían alcanzar hasta 20 nudos. Su tripulación era de 80 hombres. Los Estados Unidos construyeron 102 unidades de este tipo.
4 El “Nicolás Cúneo” fue hundido el 9 de julio de 1942. En el hecho perdió la vida el marinero cubano Ernesto Balaro.
5 El “Lalita” fue hundido en el Canal de Yucatán, cerca del Cabo San Antonio, el 11 de julio de 1942. En el hecho perdió la vida uno de sus tripulantes.
6 Perdieron la vida los tripulantes del “Manzanillo”: Antonio Fernández de la Vega (Capitán), José Quevedo Muley (1er. Oficial), Alfredo Fontana Menéndez (3er. Oficial), Roger A. Lorenzo Casals, Roque A. Vila Pérez (1er. Maquinista), Ignacio López Gómez (2° Oficial), Ángel Macías Molina, Carlos Cortés Prats, Armando Conejeiro Barriel, Juan René Herrera, Gabino Conrado Manzanet, Pedro Gutiérrez Abella, Ciriaco Leandro Huerta Agüero, Jorge R. de la Torre Orille; Andrés Arias Escarza, José Corripio Castro, Casimiro Martínez Cuervo, Félix Ramírez Toscano, Bartolomé Moragues Palmer, Pedro Díaz Lago. Los fallecidos pertenecientes a la tripulación del vapor “Santiago de Cuba” fueron: Francisco Novo Teijeiro (1er. Maquinista), Ceferino Méndez Díaz, Diego Rojas Figueroa, Aurelio Zabala Petuya, Arcadio Sañudo Lavín, Julio Miranda Digat, Juan E. Rodríguez Lorenzo, Antonio Guardiola, Bernardo Pileta, Antonio Pérez Delgado y José Colomar Castillo.
Sobrevivieron al ataque 3 tripulantes del  “Manzanillo” y 19 del “Santiago de Cuba”.
7 Eran buques construidos de madera, de 83 pies de eslora, 16 pies de manga y 4,5 de calado. Desplazaban 45 toneladas. Sus dos motores le permitían alcanzar una velocidad de 18 nudos. Su armamento consistía en una pieza de 20 mm. y 8 bombas de profundidad que podían graduarse para que hicieran explosión a profundidades entre 25 y 300 pies. Estaban dotados de medios hidroacústicos de detección (sonar). Su tripulación era de 12 hombres (comandante, segundo comandante, contramaestre, 2 maquinistas, 1 timonel, 1 señalero, 2 sonaristas, 2 artilleros, 1 cocinero). Tenían una autonomía de tres días de navegación.
8 Mario Ramírez Delgado, el que fuera comandante del CS-13, siguió prestando servicios en la Marina de Guerra de Cuba hasta 1952. En enero de 1959 se reintegró a la Marina de Guerra donde permaneció en activo hasta diciembre de 1962, cuando pasó a la Marina Mercante. Aún le recordamos, enfundado en su uniforme azul de capitán mercante, erguido y vibrante, cuando se dirigió a los alumnos y profesores de la Academia Naval, formados para la revista que, en honor del 40 aniversario de su hazaña y en recuerdo a los marinos cubanos caídos durante la Segunda Guerra Mundial, el autor de estas líneas, junto a otros compañeros, ayudó a organizar. Mario Ramírez Delgado falleció en La Habana a fines de los años 80.
Norberto Collado Abreu, el eficiente sonarista del CS-13, tuvo después una cita trascendental con la historia de Cuba: trece años más tarde sería el timonel que conduciría al yate “Granma” en su histórica travesía. Falleció en La Habana el 2 de abril de 2008 a la edad de 87 años. Ostentaba al morir el grado de Capitán de navío. Su última misión, que cumplió desde 1981hasta su fallecimiento fue la de cuidar al “Granma” en el Museo de la Revolución, en La Habana.
9 La incongruencia de esta orden  se puso de manifiesto esa misma noche cuando la radioemisora de la base norteamericana de Key West trasmitió la noticia del encuentro y el posible hundimiento de un submarino alemán lo que fue retrasmitido por la BBC de Londres. Algunos autores han especulado con la posibilidad de que existiera un negocio de contrabando de combustible y abastecimientos con los submarinos alemanes pero no se han aportado pruebas de ello.
10 La información disponible en INTERNET nos ha permitido determinar que esta nave pertenecía al tipo IX-C. Estos submarinos tenían 76,8  m. de eslora, 6,8 m. de manga, un calado de 4,7 m. y un puntal de 9,4 m. Su desplazamiento total era de 1540 ton., 1120 en superficie y 1232 sumergido. Alcanzaban una velocidad de 18,3 nudos en superficie y 7,3 sumergidos. Poseían 6 tubos lanzatorpedos (4 a proa, 2 a popa) y una reserva de 22 torpedos. Contaban, además, con un cañón de 105 mm. y otro de  45 mm. Sus máquinas alcanzaban una potencia de 4 400 hp en superficie y 1000 hp. sumergido. Su radio de acción alcanzaba las 13 450 millas náuticas. El U-176 había sido botado en los astilleros AG Wesser de Bremen el 6 de Febrero de 1941.
11 Los miembros de la tripulación del “Mambí” fallecidos en el hundimiento se nombraban: Jaime Basta Boguña (3er. Oficial), Ramón Lago Arzón (1er. Maquinista), Manuel Parga Vila (2° Maquinista), Nicolás Penedo Ruíz (3er. Maquinista), Pablo Soto Ruíz (Sobrecargo), Eulalio Amarante Rodríguez, Antonio Fernández Pineda, Marcelino Armada Salabarría, Oscar Ferrer López, Pedro de la Fuente Cuesta, José Hung Jon, Evangelista E. Ferrer López, Luís E. Agüero Espinosa, Juan Cal Bedo, Gerardo Fernández, José M. Mayor Estévez, Antonio J. Jiménez Zambrana, Rafael Gil Morales. También perdieron la vida tres marinos norteamericanos, sirvientes de una pieza de artillería instalada a bordo del mercante cubano.
12 MORISON, Samuel E. : History of  United States Naval Operations in World War II, Boston, Little, Brown and Co., 1945, Vol. X, p. 190. (El subrayado es mío, GPC).
13 Los tripulantes del “Libertad” que resultaron muertos se nombraban: Moisés Gondra Urrutia, Jorge Salvat Mestre, Adalberto Mazas Gapu, Arturo Achong Jáuregui, Leonardodo Lorenzo Seijas, Juan Rey Pérez, Antonio Soto Soto, Bienvenido Kessel , José Florit Noda, Ezequiel Izquierdo, Enrique Seoane Barba, Pedro Herrera Ramos, Ramón Rolando Roga, Juan Estarella Luiz, Ángel S. Terga Terga, Juan Álvarez Carballo, Julio H. García Sagerio, Enrique Carballo García,  Atilando Barreiro Gómez, Silvio Almeida Salvat, Celso Estévez, Lázaro Hernández Nodal, Miguel Lorenzo Arocha, Erasmo López González, Secundino Fernández.
14 En el hundimiento del vapor  “24 de Febrero” perdió la vida el tripulante Eladio Arredondo. En el hundimiento del vapor “Mínima” falleció Prudencio Vidal Ulacia
15 MORISON, Samuel E.: The Two Ocean War, Boston, Little, Brown and Company, 1963, p. 119.(párrafo traducido por el autor.GPC).


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 Caza-Submarinos cubano CS-13 que logró hundir al submarino alemán U-176 en 1943.












Mario Ramírez Delgado (alférez de fragata. Medalla del Mérito Naval por la destrucción del submarino U-176 alemán en 1943 Frente a Cayo Mégano en la Costa Norte de Cuba






Norberto Abilio Collado Abreu, (Medalla de Merito Naval), sonarista del Caza-Submarino CS-13, el cual hundió el submarino alemán U-176 frente a Cayo Mégano en la costa norte de Cuba el 15 de Mayo de 1943.








Submarino Alemán  U-176 ,  Hundido en las costas de cuba por el  CS-13


Reiner Dierksen  comandante del U-176 el cual  fue  Hundido en aguas cubanas por el CS-13.




jueves, 16 de mayo de 2013

Apuntes para una historia naval hispano-cubana


jueves, 9 de mayo de 2013



Por: Ernesto Hernández Gordillo
           Prof. de Náutica.







Haciendo una breve reseña histórica hispano-cubano,  existen acontecimientos marítimos  que entrelazan a  los Marinos originarios  de ambas latitudes, a continuación comentare  tres de ellos por su trascendencia.

El primero “Arte de Navegar” primer libro científico que vio la luz  en Cuba, escrito por el  médico,  español Lazaro Flores   en 1673 “Arte de Navegar” que puede considerarse la     primera obra cientifica concebida en Cuba , en la misma esbozaba algunos métodos para la navegación Cuba –España, la misma se conserva en el Museo de Cuba “ Felipe Poey”.

El segundo se refiere a las construcciones Navales 
 que fueron posible   por las  riquezas forestales de  Cuba y la buena   posición  geográfica. La Habana  principalmente a partir de 1516  se iría convirtiendo  en poderoso y preciado centro de construcción naval de las Antillas por la maestría de sus carpinteros de rivera,  sus  armadores ya no  construían  barcos  de modelos establecidos , sino , fueron capaces  de introducir importantes modificaciones  en las construcciones navales.
Entre los numerosos tipos  de buques  que en esos siglos se construyeron  en Cuba, por su trascendencia  histórica  sobresalen dos 

“ El Santísima Trinidad” – (oficialmente Nuestra Señora de la Santísima Trinidad)
 


En octubre de 1769 fue botado al agua en los astillero de La Habana ,  fue un navío de línea español de 120 cañones en un principio, ampliados hasta 140 con posterioridad, el más grande de su época, siendo el único barco de cuatro puentes, por el que recibiría el sobrenombre de El Escorial de los mares. , cuando los mayores del mundo  tenía  3.combatió contra el “Victory”  navío insignia  del vicealmirante Nelson  y otros buques ingleses  en la batalla de Trafalgar,. En julio de 1779, España declaró la guerra a Gran Bretaña junto a Francia en apoyo a las colonias norteamericanas en su Guerra de Independencia. El Santísima Trinidad  fue el buque insignia de la flota española y tomó parte en las operaciones en el canal de la Mancha a finales del verano de ese año. En 1780, participó en la captura de un convoy inglés de 55 buques. En 1782 fue incorporado a la escuadra del Mediterráneo y participó en la batalla del cabo de Espartel  .,  combatió contra el “Victory”  navío insignia  del vicealmirante Nelson  y otros buques ingleses  en la batalla de Trafalgar,.
Se lo recuerda sobre todo por su trágico final en la batalla de trafalgar (21 de octubre de 1805). Estuvo en aquella ocasión bajo las órdenes del jefe de escuadra Baltasar Hidalgo de Cisneros y  con Francisco Javier Uriarte y tras una dura lucha fue capturado por los ingleses en muy malas condiciones, con más de 200 muertos y 100 heridos. Los ingleses pusieron todo su empeño en salvarlo y llevarlo al puerto inglés de Gibraltar siendo remolcado por las fragatas HMS Naiade y HMS Phoebe,, finalmente se hundiría el  24 de Octubre a unas 25 ó 28 millas al sur de Cádiz.

Símbolo del final del poderío español en los mares, la mayor arma de guerra de su época permanece ahora en el fondo del mar. Sus piezas de artillería fueron extraídas e instaladas en la entrada del Panteón de  Marino Ilustres situado en la Escuela de Suboficiales de la Armada, en San Fernando  (Cadiz).


 “El Rayo” (advocación, San Pedro Apóstol.)  Navío de línea español de 80 cañones, de mediados del siglo XVIII hasta principios del siglo XIX, construido en La Habana .

Se ordenó su construcción en 1748, junto con el navío Real Fénix. Fueron construidos por Pedro Torres con maderas tropicales, que los hicieron muy robustos.
El 31 de Enero de 1751 estaba listo para zarpar, pero carecía de la tripulación necesaria, por lo que no lo hizo hasta el 1 de marzo de 1752 con una tripulación reducida de 453 hombres, con rumbo a Cádiz en compañía de los navíos Princesa, Infante y Galicia. Llega a Cádiz el 30 de abril, con un cargamento de tabaco, azúcar y madera.
delo mejor  y más marinero  que en su larga trayectoria  y modificaciones llego a tener tres puentes y cien cañones, participo en la batalla de trafalgar, El 27 de Agosto de 1805 se incorporó a la escuadra combinada en Cádiz, en la que sustituyó al Terrible que tenía varias vías de agua. Participó en la batalla de trafalgar el 21 de Octubre de 1805, asignado a la retaguardia al mando del francés Dumanoir. Tripulado por 830 hombres, tuvo 4 muertos y 14 heridos en el combate.

Liderados por el navío Príncipe de Asturias, varios buques, entre los que se encontraba el Rayo, consiguieron llegar a Cádiz. El 23 de Octubre  volvió a zarpar, participando en la recuperación de los navíos Santa Ana y Neptuno.

Debido al temporal que siguió a la batalla, naufragó  el 31 de Octubre de 1805 en Arenas Gordas y se encuentra actualmente localizado a 300 m de la orilla y 7 m de profundidad.


El tercero se refiere  a la enseñanza naval  en Cuba con la inauguración de la escuela náutica de Regla en 1812.

Por la invasión Napoleónica  se había hecho cargo de la regencia  del Reino  una Junta Central; a ella y después de las cortes  fue que los Réglanos  en Cuba, debieron poder contar con el  Decreto del 22 de Septiembre de 1811 , para que Don Ignacio María  Dávila conjuntamente con ellos y bajo la inspección  del Director de la Marina, Comandante  del Apostadero de La Habana Don Ángel Laborde  pudieran ya establecer  una escuela náutica  en regla , así lo regulo de oficio  el 2 de octubre de 1811, confirmándolo el capitán general  de la isla  a quien había sido elevada la exposición  EL Tte General  Márquez de Zomeruelo.
En  los siglos XVIII y XIX  se producen en el mundo grandes acontecimientos  que influyen generalmente en la isla,   las revoluciones de las neo colonias de Norteamérica, la Francesa y  la de Haití, así como un auge  en la Industria Azucarera  y el comercio ,todo lo cual  va exigiendo fuerza de trabajo calificada  por lo que la formación técnico –profesional  es un requisito que lo va a cumplir  el primer centro de enseñanza de la época La Escuela Náutica de  Regla, se inaugura el 24  de  Febrero de 1812, Se propuso como Director  al vecino de ese pueblo  Tte. de Fragata (Retirado) del cuerpo de Pilotos de la Real Armada , el sevillano  Don Ambrosio Soriano , por su amor a la juventud. Afición a la matemática y su desinterés-  y el otro profesor   3er. Piloto  Don Antonio Rodríguez Parda  Era obligatorio que los maestros fueran Pilotos  de la Armada – como en España- o de la carrera mercantil.


                                                   Bibliografia: Apuntes del autor,
                                                                                   Enciclopedias.